La importancia de cerrar los ciclos

 

Nuestro cerebro tiene tendencia a "rellenar los huecos" e imagina  los detalles que le faltan a una figura para poder completarla o cerrarla. Una vez completa la figura,  eliminamos los detalles innecesarios y establecemos un patrón que nos será útil para el  futuro.

Esta tendencia a cerrar, a completar con la imaginación las formas percibidas buscando la mejor organización posible, se debe a que las formas abiertas o inconclusas provocan incomodidad, mientras que las formas cerradas y acabadas son más estables visualmente.

 

Esto mismo sucede no solo con figuras, sino también cuando comenzamos a escuchar una canción conocida y tendemos a completar mentalmente las letras o sonidos que faltan, también cuando alguien está hablando y corta la frase, o en los refranes que quedan interrumpidos y tendemos a completarlos… ej. “más vale pájaro en mano….” (tenderíamos a pensar o decir “que cien volando” para completar la frase.

 

 

Esto también aplica a las situaciones afectivas que no hemos concluido… (como se dice en la ley de cierre de la  Gestalt) nuestra mente necesita cerrar lo inconcluso, da igual que haya pasado mucho tiempo, lo inconcluso intranquiliza a la mente, ej. disculpas que en su momento no dimos, conversaciones con carga emocional que no terminamos, el no haber elaborado un duelo (no solo por muerte, sino pérdidas importantes para nosotros…), cosas que hemos comenzado y no terminamos… cursos/formaciones que comenzamos y abandonamos, parejas con quienes rompimos, relaciones interrumpidas por alguna diferencia y que nunca abordamos…cosas que venimos postergando y no nos animamos a hacer…etc.

 

Por lo general, cuando tenemos situaciones inconclusas, nuestro inconsciente se encarga de informarnos, repitiendo situaciones similares que atraemos por resonancia o analogía para poder resolver emocionalmente… a veces mediante sueños que se repiten,  algunos sueños se encargan de cerrar el tema pendiente…

 

Cuando concluimos una situación pendiente, sentimos un gran alivio interior, haciendo un espacio para lo nuevo, para lo que sigue en la vida…

Tengamos en cuenta que a lo largo de la vida, quedaran cosas sin cerrar o a medio cerrar, forma parte del proceso de vivir, pero en la medida en que seamos conscientes de ello y podamos hacer algo para  elaborarlas, cerrarlas hasta donde podamos en cada momento, en esa misma medida, sentiremos que vamos más aliviados por la vida, más libres.

 

Cuando algo se repite en nuestra vida, es síntoma que hay vivencias inconclusas, que la gestalt no se ha cerrado.

 

 Te sugiero un ejercicio para elaborar este cierre:

 

Haz una lista de diferentes situaciones a lo largo de tu vida donde sientas que ha quedado algo inconcluso.

Puedes ir tomando de a una situación e investigar ¿que sientes? ¿Dónde lo sientes en tu cuerpo? ¿Qué emociones se mueven…..? y permítete sentirlas… luego, puedes hablarlo con la persona, hacer algún gesto o acto como una llamada por teléfono, escribirle una carta, o cualquier otro acto que sientas.

Ten en cuenta que a veces no podrás acercarte o quizá, la persona ya no esté cerca, o ya no esté en este plano físico  y puedes en estos casos, escribir una carta y expresar todo lo no dicho….. terminando por agradecer el aprendizaje que te ha aportado esta situación. 

Es importante investigar ¿qué me ha aportado esta experiencia? ¿Qué tiene de bueno aquello que no salió como yo quería?. A veces puedes pensar que no hay nada de beneficioso en lo sucedido, sin embargo el solo hecho de poner a tu mente a buscar que es lo que puede haberte aportado la experiencia, ya la saca de los automatismos y amplia  tu visión, creando nuevos circuitos neuronales, nuevas posibilidades de ver lo ocurrido, nuevas maneras de ver  la vida.

 ¿Que he aprendido de esta experiencia? para no tener que repetir situaciones…como dice Jung:

Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma.

 

La adversidad, por dolorosa que sea, nos permite aprender diferentes aspectos de la vida. No aceptarlo supone que se tenderá a repetir el mismo patrón de comportamiento, mientras que aceptarlo, nos acerca a superarlo, a hacer algo  con lo sucedido y recoger el aprendizaje.

Agradecer. El agradecimiento es muy importante pues si lo vemos con una mente amplia, todo tiene su sentido, las cosas pasan para aprender algo de ellas y es importante para nuestra integración asimilar ese aprendizaje. Puede que a veces no veas cual es el aprendizaje, y lo dejas para más adelante…

 

Ten en cuenta, que a veces conviene consultar un profesional que te acompañe, cuando se trata de algo muy doloroso, para poder cicatrizar heridas y poder avanzar con el aprendizaje de la experiencia.

 

 

 

Ejercicio cerrando ciclos

 

Tomar conciencia de la postura corporal….sentado con la espalda recta, suelta cualquier tensión del cuerpo....

La actitud es la de soltar amorosamente esa situación que no está fluyendo armoniosa en tu vida…

Respira profundo tres veces  y al soltar el aire suéltate, deja ir las tensiones al exhalar…

 

Imagina/visualiza que estas en un lugar en la naturaleza, abriendo todos tus sentidos internos para que esta experiencia se grabe como muy real…siente los aromas, percibe los sonidos, la temperatura, observa el paisaje, los colores, las formas…. en este lugar te sientes seguro, en plena naturaleza…

 

Cuando notes ese estado de calma, sosiego en la naturaleza, trae a tu mente a esta persona con quien tienes el conflicto…. Déjala entrar a este tu lugar…. Abre tu corazón y dile mirándole a los ojos todo lo que sientes, lo que ha quedado inconcluso de expresar… se honesto contigo mismo, dile todo lo que sientes… transmítele-exprésale tus miedos, tu enojo, tu tristeza, tu decepción, tu angustia, tu impotencia, lo que sientas…. Dile que estás dispuesto a equilibrar tu vida soltando todo esto que te agobia…. Que quieres ya  soltar esta situación….

 

Una vez le has dicho todo lo que sientes, que te notas más ligero al haber sentido y expresado tus emociones…sigue mirándole a los ojos y agradécele todo lo que has pasado doloroso con lo él/ella, porque gracias a esto has aprendido en la vida… dile que comprendes que todo fue una expresión de nuestros miedos, de nuestros mecanismos de defensa, de nuestras partes infantiles heridas… dile que ya quieres soltar todo el dolor…. Que ahora tú quieres despedirte de él/ella pues se merece su plenitud, su alegría, su gozo y tú  también te mereces tu plenitud, tu alegría, tu gozo....

Dile: hoy te libero y me libero…. entrego mis malos pensamientos, mi angustia, mi rabia, mi dolor.... a la madre tierra para que los recicle.... y te doy también la oportunidad que tú también los sueltes…. ya no son nuestros… los entregamos para cerrar este ciclo y poder construir una nueva historia donde tú te mereces ser feliz y yo también…

 

Me perdono a mí misma/o por no haber sabido  poner límites, por dejar que me dañes, por  no haber sabido ser  asertiva al expresar mis emociones por miedo…. Por no haber sabido hacerlo de una manera más sana…así que te perdono y me perdono…. te libero y me libero….

 

Tómale las manos y dile te perdono, te agradezco, te libero, te amo, gracias…. y te lo dices también a ti mismo, me perdono, me libero, me amo, gracias…

Hoy me despido entregando todo lo que fue entre nosotros y a partir de ahora escribo una nueva etapa de mi vida, una nueva historia…

 

Una vez esta todo hablado y soltado, que sientes en tu cuerpo que no hay carga emocional, despide a esta persona y observa cómo se aleja….

 

Y ahora vuelve a observar si ha quedado algún resto de emoción, incomodidad o dolor y se la entregas a la madre tierra para que ella lo recicle…

 

Dile: que a través de esta energía que te entrego se siembre  semillas nuevas de sabiduría, de  alegría, de conciencia en mí para esta situación, gracias madre tierra…

 

Lentamente te vas alejando de este lugar y comienza a volver al aquí y el ahora…. Respirando lenta y profundamente vas moviendo el cuerpo hasta que sientas que estas en condiciones de abrir los ojos.

 

 

Este ejercicio lo puedes hacer con cada persona con quien tengas situaciones inconclusas y repetir durante 40  dias, o bien hasta que tu sientas que ya no hay carga emocional al hacerlo.  

 

 

Ten en cuenta que esto es solo un ejercicio para aliviar la carga emocional y es de ayuda… pero muchas veces se necesita el acompañamiento de un terapeuta en situaciones muy  dolorosas, para poder llegar a las raíces de ese dolor, que generalmente están en la niñez y en el vientre materno.

 

En un Proceso Terapéutico, aprendemos a, desde la situación actual que es una resonancia de algo doloroso vivido en la niñez, tirar de ese hilo de Ariadna e ir a esas etapas infantiles donde no teníamos recursos para abordar el dolor. Resolviendo allí, comprendiendo, sanando, integrando…., ya no tenemos que atraer las mismas situaciones por resonancia o analogía.

 

Aquí estoy para acompañarte ..

 

 

BENEFICIOS  DE  UN  PROCESO  DE  INTEGRACIÓN  PSICO-EMOCIONAL

 

  • Aprender a escuchar el mensaje de las emociones, superando la ansiedad, el miedo, la depresión, la agresividad…, mejorando notablemente tu salud.
  • Sanar  tus patrones tóxicos, tus creencias limitantes, los bloqueos de la niñez que afectan tu vida actual. Te harás de  herramientas sencillas y prácticas para aplicar en tu vida cotidiana.
  • Aprender a  descubrir y a satisfacer tus necesidades saludablemente.
  • Sentirte  más tranquilo/a, seguro/a de tí mismo/a, con más confianza en tus recursos internos, más claro/a y  creativo/a para poder poner en acción tus proyectos.  
  • Mejorar  tus relaciones en general (familiares, pareja, amigos, conocidos…), aprendes a poner límites sanos,  sintiéndote más feliz.
  • Comprobar  que las crisis son  verdaderas oportunidades de cambio interior, haciéndote responsable de tí mismo/a, sin culpar al entorno por lo que te ocurre.
  • Aprender a aceptar lo que te está pasando, y desde ahí, poder cambiar, viviendo más relajado/a, sintiéndote mejor ser humano. 
  • Sentirte más integrado/a en cuerpo, mente y espíritu, y entender la vida como un proceso de aprendizaje.
  • Conectar con tu sentido de vida.
  • Aprender a conectar con el estado de Presencia,  con el Ser que eres, actualizando en tu vida tus valores esenciales. 

 

 

                         Juana Ma. Martínez Camacho

                          Terapeuta Transpersonal

                              Terapeuta Acompañante en Bioneuroemoción

                              Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular) 

                               (Cellular Memory Release)

                             Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)

                             Psiconeuroendocrinoinmunología

                             Yoga Integral Terapéutico

                             Especialista en Técnicas de  Reducción del Estrés- Relajación,

                                 Meditación-Mindfulness- Coherencia Cardíaca

                             Terapias Naturales (Quiromasaje- Reflexoterapia- Reiki y otras)

              

                             www.centroelim.org           Telf.  653-936-074