Los tres  cerebros   

Paul D. MacLean

Su teoría evolutiva del cerebro triple propone que el cerebro humano fue en realidad tres cerebros en uno, tres sistemas neurales interconectados, con sus funciones propias y específicas y particular inteligencia: el reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza

 El término sistema límbico (o visceral) es usado para denotar la parte del cerebro más directamente involucrada en la mediación de las emociones. El término se originó a partir de la hipótesis propuesta por Paul Maclean en 1952, quien argumentó que existe un conjunto de estructuras neuronales, funcionando como sistema, que es de importancia central para la emoción. Están ubicadas alrededor de la frontera o borde entre el telencéfalo y el diencéfalo, de ahí el término límbico, en latín limbus significa “borde”.

 

MacLean formuló la hipótesis del sistema límbico como un intento por abordar el mismo problema enfrentado por Papez:

 

¿Cómo interactúan los procesos emocionales corticales y subcorticales para producir respuesta y experiencia emocional coordinada?

 

MacLean hipotetizó que las estructuras del sistema límbico median esta interacción.

El elemento clave del sistema límbico era el hipocampo, que se ilustraba en forma de caballito de mar. Se creía que recibía información previamente del mundo exterior (mediante la vista, el olor, el oído, el tacto y el gusto) así como del medio interno o visceral.

La integración de las sensaciones internas y externas se consideraba la base de la experiencia emocional. Las células piramidales del hipocampo formaban el teclado emocional.

MacLean planteó que nuestras emociones, al contrario que nuestros pensamientos, son difíciles de entender precisamente por las diferencias estructurales entre la organización del hipocampo, que es la pieza fundamental del cerebro visceral, y el neocórtex, donde se encuentra el centro del pensamiento: «la estructura celular de la corteza del hipocampo hace que éste sea poco eficaz como analizador, en comparación con el neocórtex».

 

El cerebro triple

En 1970, MacLean desarrolló aún más su concepción del sistema límbico al colocarlo dentro de una teoría más amplia que intentaba explicar los procesos emocionales en todos los niveles de complejidad. Ésta era la hipótesis del cerebro triple.

De acuerdo con esta visión, el cerebro había experimentado tres grandes etapas de evolución de modo que en los mamíferos superiores existe una jerarquía de tres cerebros en uno, de ahí el término cerebro triple (en inglés triune, literalmente “tres en uno”).

 

Estos tres cerebros, equivalen a tres computadoras biológicas interconectadas, cada una tiene su propia inteligencia, su propia subjetividad individual, su propio sentido del tiempo y del espacio, y su propia memoria,  además de otras funciones.

 

“El modelo Cerebro Triuno, concibe al ser humano, como un ser constituido por múltiples capacidades interconectadas y complementarias, de allí su carácter integral y holístico, que permite explicar el comportamiento desde una perspectiva más integrada, en donde el pensar, el sentir y el actuar, se compenetran en un todo que influye en el desempeño del individuo” 

 

El 1º cerebro,  cerebro reptil, (tronco cerebral y cerebelo),  esto es en la parte más baja y trasera del cráneo.

 

 El tronco cerebral, fundamentalmente sostiene las funciones básicas de la vida, incluyendo el mantenimiento y control del ritmo cardiaco y la respiración, funciones vitales comunes a todas las especies de animales. También regula los niveles de sueño y vigilia. Tanto la vigilia como  los niveles del estado alerta son controlados es mayor medida por el tronco cerebral que por los centros superiores del neocortex.

 

El cerebelo (pequeño cerebro), también forma parte de nuestro primer cerebro o cerebro reptil, es una estructura con arrugas y pliegues, mas grande que otras del cerebro y que consta de tres lóbulos unida al tronco cerebral  por detrás del cráneo, debajo de la zona posterior del neocortex. Los científicos creen que el cerebelo es el área mas activa del cerebro, responsable del equilibrio, la coordinación, la propiocepción y la ejecución de los movimientos controlados. Al coordinar el movimiento, el cerebelo tiene la función del motor (exitadora) y también de los frenos (inhibidora).

 

 Ciertos tipos de acciones y respuestas simples, se aprenden, coordinan y memorizan  y almacenan en el cerebelo. Una vez aprendes a andar en bicicleta, o aprendes a tejer, etc. Se necesita poca memoria consciente para ejecutar la acción, la habilidad aprendida, se instala en el cerebelo y cuerpo puede realizar la acción de manera automática. Las reacciones emocionales, conductas repetidas, hábitos, conductas condicionadas, reflejos inconscientes  actitudes que hemos dominado, están todos conectados al cerebelo y memorizados en él.

 

Cuando en el neocortex  el número promedio de conexiones por neurona es de 40.000 aprox., en el cerebelo, esas neuronas  llamadas células de Purkinje, procesan entre 100.000 y 1.000.000 de conexiones cada una.

 El cerebelo es una de las pocas áreas donde las células cerebrales siguen reproduciéndose mucho después del nacimiento.

 

En el centro de este sistema, se encuentra el hipotálamo área del cerebro que regula las conductas instintivas y emociones primarias como el hambre, deseos sexuales y la temperatura corporal,  elementos básicos de supervivencia como la homeostasis. Es compulsivo y estereotipado.

MacLean ilustra esta función al sugerir que organiza los procesos involucrados en el regreso de las tortugas marinas al mismo terreno de crianza de años atrás.


O sea que el 1º cerebro se encarga de las sig. conductas: 

Sexualidad, instinto de conservación.

Defensas primarias. Es impulsivo, cuando no, violento.

Pulsiones

Respuestas de agresividad, reactividad, enojo, etc.

Jerarquía,

Búsqueda de comida. 

Territorialidad. Demarcado y cuidado del territorio:

En nuestro caso, cuando nos referimos a territorio humano, estamos hablando de:

Casa, auto, trabajo, objetos personales, familia, pareja, identidad, valores ideológicos (ideas), conocimientos, opiniones, creencias. Ambiciones materiales, etc.  


Este cerebro reptil ofrece siempre resistencia al cambio: es rígido, intransigente, obsesivo, compulsivo, ritualista,  “mecánico”, lleno de memorias antiguas.

  •     Permanece activo aún durante el sueño profundo.
  •     No aprende de las equivocaciones. 

 

El 2º cerebro en desarrollarse, el cerebro paleomamífero, o mesencéfalo situado encima del tronco cerebral, tiene el tamaño de un damasco, que comprende el sistema límbico (limbo:anillo), conocido también como el sistema de la emociones, tiene gran influencia en la conducta, por ello se le llama emocional, o químico, porque regula muchos estados internos diferentes. Este cerebro corresponde a los mamíferos.

El sistema límbico conecta al cerebro reptil con el cerebro humano, trabaja como un bloque con el cerebro reptil – debido a que comparten estructuras cerebrales, y a la vez posee estructuras que lo unen al Neocórtex.


Realiza las maravillas que damos por sentadas, como regular la temperatura del cuerpo, los niveles de azúcar en sangre, a presión arterial, la digestión, los niveles hormonales y muchos procesos más; además ajusta y mantiene nuestro estado interno para compensar los cambios en nuestro mundo exterior, regula el metabolismo, pudiéndonos adaptar al medio ambiente.

Además de estas funciones reguladoras, este cerebro, el mesencéfalo, es responsable de : luchar, huir, alimentarse y tener sexo.

 

Luchar o huir: es el sistema nervioso autónomo el encargado por medio del sistema nervioso simpático, que salta cuando te sientes amenazado o tienes miedo. Ej. Vas a cruzar la calle y viene un coche a toda velocidad, toca el claxon, el neocortex percibe el peligro y este estímulo activa al sit,. Nervioso autónomo, a veces percibe el peligro antes que nos demos cuenta, y dispara automáticamente la reacción de luchar o huir para que te prepares para la actividad. Esto produce una secuencia de hechos internos automáticos: adrenalina para que el cuerpo pueda huir, la sangre se dirige  desde los órganos internos a las extremidades (brazos, piernas) para poder escapar. Si la situación es amenazante, el mesencéfalo nos salva a vida, por medio de respuestas reflejas que compartimos con todos los mamíferos. También el mesencéfalo está involucrado en las reacciones emocionales que se relacionan con la supervivencia  del cuerpo físico.

 

Alimentarse: cuando nos sentamos a comer, el Sit. Nervioso parasimpático nos relaja, conserva la energía y prepara al cuerpo para la digestión y el metabolismo.

 

Tener relaciones sexuales: aquí entran en acción tanto el Sist. Parasimpático como el Sist. Simpático del Sist. Nervioso Autónomo, el primero para ponerse en clima y el segundo cuando se tiene un orgasmo.

Entonces, el Sistema Nervioso Simpático: lucha, huida, miedo y sexo. Y el Parasimpático: alimentación, crecimiento, reconstitución y sexo. Un Sistema utiliza, libera y moviliza la energía, mientras que el otro la conserva, la genera,  la almacena.

 

Las estructuras de este cerebro mamífero son: el tálamo, hipotálamo, pituitaria, pineal, hipocampo, amígdala y los ganglios basales.

 

Tálamo: la mayoría de los nervios del cerebro que conectan una parte con otra se encuentran en el tálamo, la parte más grande y antigua del mesencéfalo, es como un “tablero de mando o torre  de control de tráfico aéreo”  que se puede conectar con cualquier parte del cerebro o del cuerpo, todas las señales pasan por el tálamo. Los órganos de los sentidos (ojos, oídos, piel, lengua, nariz) envían las señales al tálamo y este las conduce al neocortex (cerebro consciente), al mismo tiempo el tálamo puede enviar señales a otras áreas del cerebro para alterar o inhibir distintos sistemas cerebrales, así procesa información sensorial del mundo exterior, identifica y clasifica todos los datos y los  transmite a los numerosos centros conscientes de la corteza cerebral (mesencéfalo, tronco cerebral, etc.) y al cuerpo. Esto permite que el cerebro reciba gran cantidad de datos importantes desde el mundo exterior y todos de golpe.

 

Hipotálamo: es como una fábrica química que regula el entorno interno del cuerpo y  equilibra nuestro sistema con el mundo exterior, es la parte más importante del mesencéfalo, porque genera mensajeros químicos para todo el cuerpo, es la parte más antigua del sistema límbico y puede afectar a cualquier órgano o tejido del cuerpo. A diferencia del tálamo que controla los estímulos externos, el hipotálamo genera sustancias químicas llamadas neuropéptidos que mantienen el equilibrio entre los asuntos internos del cuerpo con respecto al mundo exterior, regula muchas de las funciones corporales que son necesarias para la supervivencia, mediante el proceso de homeostasis, mecanismo automático de autorregulación, que es como un termostato que mantiene el orden químico interno del cuerpo, controla el apetito, sed, sueño, vigilia, niveles de azúcar en la sangre, la temperatura del cuerpo, ritmo cardiaco, presión arterial , equilibrio químico y hormonal, impulso sexual, sistema inmune y metabolismo, juega un papel muy importante en las emociones, la química te permite sentir como estabas pensando o reaccionando.

 

Glándula Pituitaria: (tiene forma de pera) segrega los químicos que activan las hormonas corporales. Las hormonas son químicos complejos que se producen en una parte del órgano del cuerpo, inician o regulan su actividad. Las glándulas son grupos de células especializadas que separan ciertos elementos de la sangre y los segregan en el cuerpo para que los pueda usar o eliminar con facilidad ( Suprarrenales, tiroides, gónadas, etc.) Se le llama a la Pituitaria Glándula Maestra, porque dirige y controla muchos procesos vitales. El Hipotálamo le envía señales químicas y eléctricas  a la Pituitaria, para que pueda hacer ciertos químicos que encienden diversos estados químicos/hormonales.

 

 

 

Glándula pineal: (tiene forma de piña) está en la parte posterior encima del Cerebelo (no se encuentra en el “tercer ojo”, como se dice), regula los ciclos de sueño y vigilia, segrega neurotransmisores dependiendo de la cantidad de luz que reciben los ojos, estos envían las señales al Hipotálamo y llegan a la Pineal. Segrega serotonina durante el dia y melatonina, por la noche, que prepara al cuerpo para el descanso.

 

Hipocampo: (forma de caballito de mar), forma los recuerdos a largo plazo, aprendemos de las nuevas experiencias y formamos recuerdos, gracias a esta zona, clasifica y archiva la información de acuerdo a si tiene importancia a corto o largo plazo (memoria asociativa) ej. Un niño tira una piedra a un panal de abejas y lo pican, el hipocampo almacenará esta información sensorial como recuerdo a largo plazo en distintas regiones del neocortex, para que la experiencia se codifique como sabiduría y no tener que repetir esta experiencia, y en caso que sea una experiencia agradable, evolutiva, también la registra para volver a vivirla.

 

Cada vez que tenemos una experiencia nueva, el hipocampo, mediante una combinación de todos nuestros sentidos (vista, oído, gusto, olfato, tacto) nos permite crear un nuevo recuerdo, al conectar toda esa información sensorial entrante, el hipocampo asociara una persona con una cosa, un lugar con un tiempo, se disparara una corriente de recuerdos de esa experiencia. Hasta los 4 años el hipocampo no está del todo desarrollado, por ello no podemos guardar tantos recuerdos antes de esa edad.

  

La memoria asociativa, nos permite usar lo que ya sabemos para comprender o aprender lo que no sabemos, o sea, el usar lo que nos es familiar, para entender algo que no es familiar, y tener mayor comprensión. Cuando absorbemos una nueva información y la asociamos con nuestro archivo de acontecimientos pasados que ya hemos experimentado con nuestros cinco sentidos, creamos un recuerdo asociativo. El hipocampo busca la novedad, y busca volver conocido a lo desconocido. El solo hecho de aprender cosas nuevas, ya es una recompensa para el hipocampo.

  

 

Amígdala: (forma de almendra), alerta al cuerpo en situaciones de vida o muerte, también almacena las cuatro emociones primitivas, sumamente cargadas: agresión, dicha, tristeza y miedo. La amígdala ayuda a asociarles distintas cargas emocionales a nuestros recuerdos a largo plazo. Cuando hay una situación de amenaza de vida, la amígdala asesora rápidamente acerca del entorno externo, es la región más importante en la generación del miedo, activa el cuerpo para que responda, incluso antes de ser conscientes del peligro (respuesta precognitiva), por ello es tan importante en la supervivencia de la especie y de muchos animales, procesa la información sensorial necesaria para sobrevivir en situación de crisis, e instantáneamente, alerta al cuerpo por encima de otros circuitos.

Cuando se activa, también crea emociones de rabia y agresión para ayudarnos a protegernos ante situaciones amenazantes. Almacena recuerdos emocionales y las situaciones relacionadas con ellos, las que son atemorizantes, amenazantes, para evitar pasar por situaciones similares. Estas  experiencias con carga de enojo, miedo, tristeza, y hasta dicha, son codificadas por la amígdala como recuerdos a largo plazo.

 

Ganglios basales: integran pensamientos y sentimientos con las acciones físicas. Los ganglios basales son manojos de redes neurológicas que están interconectados con el neocortex, se ubican en cada hemisferio del mesencéfalo, debajo del neocortex.

Ej. Cuando aprendes a andar en bicicleta, al principio tienes que estar atento, cuanto más lo practicas, refuerzas los circuitos neuronales de tu cerebro que envían ordenes al cuerpo relacionadas con el equilibrio, la coordinación, etc.

Luego de mucha repetición, estas redes neuronales quedan instaladas y el movimiento de andar en bicicleta sale automático, los ganglios basales junto con el cerebelo, se hacen cargo de la coordinación de estos movimientos automáticos, recibiendo las órdenes del cerebro neocortex para mover los músculos y orquestar sus acciones, o sea que estos ganglios basales integran los pensamientos y sentimientos  con la acción física, coordinada.

 

 También los ganglios basales nos permiten controlar los impulsos para poner en cámara lenta la ansiedad y ayudarnos a sentir placer y éxtasis. Cuando no funcionan bien por estar sobrecargados de estímulos, actúan como interruptores en una caja de fusibles y hacen “saltar” el circuito principal colocando al cuerpo momentáneamente en un estado de discontinuidad, ej. cuando tenemos miedo nos paralizamos, cuando nos intimidan o tenemos vergüenza nos quedamos mudos, cuando queremos hablar con alguien que nos resulta atractivo, podemos quedarnos en blanco. (así como los coches pueden tener más aceleración que otros, algunos tienes los ganglios basales hiperactivos y hacen que sean personas nerviosas, ansiosas).


Cómo se procesan los estímulos:


Todo lo que aprendemos y percibimos mediante los estímulos, tanto del mundo interior, como del exterior, llega a través de los sentidos y es procesado, almacenado y activado a través de una serie de eventos eléctricos y químicos.

Sin embargo el cerebro no está equipado para procesar los millones de bits de información sensorial que lo bombardean por segundo.

Entonces el cerebro para conservar su equilibrio homeostático intentará asegurar su supervivencia, para ello, cuenta con un filtro de información llamado:  “SARA” 

Sistema Activador Reticular Ascendente El  SARA  recibe información de las terminaciones nerviosas sensoriales de los brazos, piernas, cabeza, cuello, órganos internos, etc. 

Estos mensajes de los sentidos deben pasar a través del SARA para poder entrar en el cerebro racional (neocórtex) o para ser enviados directamente a los centros de respuesta automática (complejo Reptil-Límbico). 


La información recogida de los estímulos sensoriales, puede hacer dos caminos: uno corto (que activa y asegura la supervivencia y, que eventualmente bloquea la posibilidad del ingreso de nuevos conocimientos (ej. por frustración) o uno largo (fija los aprendizajes en la memoria).

Si la evaluación emocional (amígdala) es neutra o no alcanza niveles muy elevados, se puede activar el camino largo, entonces la información pasará del Tálamo a la corteza para realizar la evaluación completa con los lóbulos prefrontales.  Tiempo 500 mili segundos.


 ¿ Cuál es el motivo por el cual, los impulsos nerviosos pasan directamente a la amígdala en lugar de pasar primero por la neocorteza  cerebral ?  


“Existe un pequeño conjunto de neuronas que unen directamente al tálamo con la amígdala, lo que le permite a la segunda recibir algunas entradas directas de los sentidos y es cuando la amígdala hace que reaccionemos antes de que podamos identificar bien lo que está pasando; por lo tanto aunque no tuviéramos corteza auditiva o visual, es probable que siguiéramos reaccionando ante situaciones que nos causen temor”.    

El famoso contar hasta 10:

De este modo daremos  tiempo a que la información atraviese el modo supervivencia, para poder ser evaluada por nuestra neocorteza, a través de nuestros lóbulos prefrontales.  

 

La importancia de la auto-modelación


 Las neurociencias nos hablan de la auto-modelación del estado emocional.

   Se trata de elaborar estrategias de autoobservación, desarrollando y trabajando funciones ejecutivas sumamente importantes como: 

- Atención

 - Auto-observación

- Habilidad para reconocer las propias emociones, se conscientes de ellas (para esto, se necesita de las  dos anteriores).  


Al auto-observarse, se lleva la atención hacia las propias emociones que cada estímulo despierta (lóbulos frontales),  y al ser conscientes de ellas, se puede decidir  las respuestas mas saludables para nuestra  Unidad Cuerpo -Cerebro –Mente. A esto se le llama Inteligencia Emocional, evitando asi el “rapto emocional” que se produce cuando el estímulo supera las capacidades adaptativas del complejo reptil-límbico, anulando o inhibiendo las respuestas del neocórtex y actuando de ·modo supervivencia”.   

 “La capacidad de crear estados emocionales constructivos es uno de los pilares de una vida feliz y trascendente”.


 “La expresión de las emociones, se basan en reacciones neurovegetativas, las que son, en parte innatas, hereditarias, y típicas de la especie, y en parte adquiridas durante etapas tempranas, a partir del primer contacto del niño con sus padres y el ambiente que lo circunda, es a través de este proceso que se produce la particularización de las respuestas emocionales, y como consecuencia, el tipo de patología que puede desencadenarse”. (D. Cardinali)


Por lo que toda vez que experimentamos sensaciones de dolor o placer, el cerebro límbico buscará la causa que lo ha producido, asociándolo con el registro que se encuentra almacenado en su estructura, si esta sensación es nueva lo registrará para facilitar nuevas respuestas futuras, creando "neurofusiones". A esto se le llama Neuroplasticidad Neuronal.

 

“Todo lo que nos define como ser humano: nuestra forma de ser, sentimientos, emociones, motivaciones, anhelos, valores, aptitudes, etc. Se ha  ido esculpiendo en una inmensa telaraña formada por la asombrosa cantidad de 100.000 millones de células cerebrales, denominadas neuronas, a su vez, cada una de ellas, tiene la capacidad de conectarse con otras 10.000 de sus compañeras, construyendo un total de 1.000 billones de posibles conexiones neurales”.   

Cada uno de estos lugares de encuentro, en el que dos neuronas se conectan, es conocido con el nombre científico de   sinapsis.


Neuroplasticidad


Un estímulo inicial excita a la neurona, esta,  excita a una segunda neurona, y estas a otras, para ir formando una red. Finalmente las neuronas quedarán fuertemente conectadas.

Para que la neuromodelación sea posible, también debe producirse el fenómeno inverso, o sea, que cuando una red hebbiana no se utilice con frecuencia, se debilite. 

En la depresión a largo plazo, esto es lo que sucede: las neuronas comienzan a perder suavemente su conexión en forma progresiva hasta desconectarse (Esto explica porqué olvidamos por ej. conocimientos adquiridos para un examen)

La red neuronal que se usa, se conserva, cuanto mas se repite, se fortalece; la que  no se usa se debilita, pierde.


Las neurofusiones dolorosas se producen con mayor rapidez e intensidad que las placenteras: el aprendizaje emocional genera neurofusiones.

De aquí la importancia de trabajar la auto-modelación emocional, de modo de ejercer un autoanálisis e influir, sobre aquellas emociones que activen el modo supervivencia en forma negativa, y activar aquellas que generan sensaciones placenteras.


Recordemos que los recuerdos están codificados por modificaciones estructurales en la fuerza sináptica (las neuronas se agrupan y forman la memoria) todo evento repetitivo genera formaciones neurosinápticas.


Las emociones se manifiestan por un programa de respuestas que se encuentran en la memoria emocional, éste está condicionado por el temperamento, más la información transmitida en la memoria genética (reptil- la cual perdura y es estable), la biografía personal (cerebro límbico- dimensión gravitacional de las experiencias vividas), y por las posibilidades de regulación de las mismas a través de los lóbulos pre-frontales (inteligencia emocional) Dr. Hugo Marietan- Psiquiatra.


Como vemos, resulta imposible dimensionar una emoción, dado que lo que cada quién interpreta de su realidad y de determinada circunstancia,  depende de lo que alberga en su memoria emocional conforme las circunstancias que la han moldeado.


O sea que,  las emociones son estados afectivos configurados por la propia biografía, las mismas, ocasionan determinadas respuestas fisiológicas, neuroeléctricas, neuroendócrinas, etc.; y responden a un determinado “acontecer psíquico”, resultante de vivencias y acontecimientos que han dejado su huella  en la memoria emocional. Estas impregnaciones, condicionan los distintos tipos de percepciones, motivaciones y conductas, etc.


El sistema límbico, es el asiento de las respuestas afectivas, es el centro de la emotividad donde son procesadas y almacenadas las distintas respuestas afectivas y donde se registran las alegrías, penas, miedos, amarguras, angustia, etc.

 

Un determinado estado emocional negativo, perdurable en el tiempo, muy posiblemente, desencadene un cuadro de estrés, o un estado de ansiedad crónico; por lo que nuestro organismo activará en forma sistemática el modo supervivencia, sobre activando el Sistema Límbico y el Reptil, esto ocasionará un desbalance pudiendo dar lugar a: depresión, ansiedad, angustia, fobias, ataques de pánico, inseguridad, miedos, irritabilidad, ira, hipersensibilidad, un estado alerta, etc., también respuestas físicas como taquicardia, hipertensión, falta de aire, disnea, cambios en la temperatura corporal, músculos tensionados, problemas digestivos, dolores abdominales, mareos, sensaciones de ahogo, etc.

Todo ello, inhibirá nuestras capacidades del Neocórtex-Lóbulos prefrontales, ocasionando, fallas en la atención, pérdida de memoria, falta de control, etc.

 

         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

3º Cerebro NeomamíferoCórtex o Neocorteza, es el asiento de nuestra conciencia y nuestra creatividad, el cerebro que piensa,  razona, planea, aprende, crea, analiza, se comunica verbalmente, entre otras muchas funciones. Nos permite aprender y recordar todo lo que experimentamos en el mundo exterior y luego modificar las acciones para que hagamos algo mejor o diferente o repitamos una acción la próxima vez, si fue positiva.

Nos permite interpretar, ej. si tengo frio, me abrigo. Regula emociones específicas basadas en las percepciones e interpretaciones del mundo externo. Sentimientos de amor hacia un individuo particular serían un ejemplo de este tipo de emoción. Según MacLean, en los mamíferos avanzados, como los humanos, funcionan los tres cerebros. En los mamíferos inferiores se dan los cerebros paleomamífero y reptil. En los demás vertebrados solo existe el cerebro reptil.

La evolución del cerebro paleomamífero (sistema límbico) fue por tanto visto como algo que libera a los animales de la expresión estereotipada de los instintos dictada por el cerebro reptil. El cerebro neomamífero añadió mayor flexibilidad a la conducta emocional al habilitar a los mamíferos superiores para basar la conducta emocional en procesos interpretativos complejos y utilizarla en la  solución de problemas, también  la planeación a largo plazo.

 

La neocorteza procesa en general los conocimientos y las experiencias.

Primero reúnes conocimientos en forma de hechos o de información semántica (conceptos o ideas filosóficas o teóricas aprendidas intelectualmente), con lo que la neocorteza incorpora nuevas conexiones sinápticas y circuitos.

Después, en cuanto personalizas o aplicas los conocimientos adquiridos —para demostrar lo aprendido—, creas una nueva experiencia, con lo que se forman en la neocorteza estructuras de neuronas denominadas redes neurales. Estas redes refuerzan los circuitos de lo que has aprendido intelectualmente.

 

En pocas palabras, los conocimientos son los precursores de las experiencias: la neocorteza se ocupa de procesar las ideas que aún no has experimentado, que existen como potencial para que las apliques en el futuro.

 

Cuando tienes nuevos pensamientos, empiezas a pensar en cambiar de conducta para poder hacer algo distinto cuando se presente la ocasión y obtener así nuevos resultados. Al alterar tus actos rutinarios y tus conductas típicas, ocurrirá algo distinto de lo habitual y ello producirá una nueva situación y experiencia en tu vida.

 

 El 3º cerebro, podemos simplificarlo nombrando una parte más interna y otra más externa, esta última llamada la corteza cerebral.

La parte más interna seria la sustancia blanca, formada por fibras nerviosas encapsuladas en vainas de mielina grasa y por células gliales, que funcionan como sostén, como tejido conectivo del sist. nervioso  central, ayudan a formar las conexiones sinápticas, con lo cual, cada vez que aprendemos algo, se hace una nueva conexión sináptica en el cerebro.

La parte más nueva del cerebro, mas externa, llamada corteza cerebral o materia gris, apenas tiene de 3 a 5 mm de espesor, pero es la que más células nerviosas tiene de las estructuras cerebrales (exceptuando el cerebelo).


Consta de dos hemisferios:

El hemisferio izquierdo,  se relaciona con las funciones racionales: pensamiento lógico-matemático, análisis, asociación de ideas, lenguaje, escritura, matemáticas, etc. 

El hemisferio derechogestiona las informaciones afectivas y emocionales; reconoce en forma global una situación y le atribuye un contenido emocional-sensitivo (lo que siente). Se relaciona con la imaginación, la creatividad, el arte, la intuición, fantasía, etc. 

 Ambos hemisferios se comunican y entran en contacto a través del cuerpo calloso.

  

El cuerpo calloso: es un puente de “fibra óptica” formado por millones de neuronas que conectan los dos hemisferios del cerebro, el hemisferio izquierdo ( lógico), y el hemisferio derecho ( emocional).

El cuerpo calloso es el camino de fibras neuronales más grande de todo el cuerpo, tiene unos 300 millones de fibras nerviosas, los impulsos nerviosos viajan de un lado al otro a través de este cuerpo calloso, permitiendo observar al mundo desde dos puntos de vista diferentes.

 

Los  cuatro Lóbulos neocorticales: los dos hemisferios cerebrales, se subdividen en 4 regiones separadas:

 

 Lóbulos frontales (responsables de la acción intencional y la concentración de nuestra atención y coordinan casi todas las funciones del resto del cerebro. Se encarga de la percepción consciente). Es el área evolucionada del cerebro, el lugar donde el yo se puede expresar, nos permite darle un significado a nuestras emociones y transformarlas, nos permite darle significado a las experiencias, regular la conducta, hacer planes, etc.

 

Se divide en regiones: la parte posterior es la corteza motora, (activa los músculos para los movimientos..) la anterior, en la frente, la corteza sensorial (sensaciones, sensibilidad…), ambas zonas tienen subdivisiones que rigen  cada parte del cuerpo.

Este área permite reemplazar los patrones estimulo-respuesta, acción-reacción. Causa-efecto bajo los cuales vivimos inconscientemente día tras día.

 

Lóbulos parietales (sensaciones relacionadas con el tacto y las impresiones somatosensorial, presión, temperatura, vibración, relacionada con tareas visuales/espaciales y la orientación del cuerpo, propiocepción: conciencia de donde se ubican las partes del cuerpo sin mirarlas, y coordinan algunas funciones del lenguaje, procesa la información del cuerpo recibida por los nervios periféricos, que vienen de distintas partes del cuerpo, y comunican información a la medula y ésta, al cerebro.)

 

Lóbulos temporales (procesan sonidos, percepciones auditivas, aprendizaje, lenguaje y están involucrados en el procesamiento de ciertos tipos de  memorias y facilitan la formación de recuerdos a largo plazo, esta se produce a través del hipocampo. También tienen un centro de asociación visual que vincula lo que vemos con nuestras emociones o recuerdos, alacena recuerdos emocionales visuales.

Una vez que vemos algo, esta zona del cerebro procesa lo que vemos con lo que recordamos y cómo podemos sentirlo emocionalmente, o sea procesa símbolos visuales con sensaciones significativas.  La mayoría de las millones de asociaciones que experimentamos están almacenadas en esta zona temporal para poder activarlas cada vez que la necesitemos (memoria asociativa)

 

Lóbulos occipitales (manejan la información visual), la visión es el sentido en el que más nos apoyamos para funcionar en el mundo, tiene 6 regiones diferenciadas para procesar y entender el mundo coherentemente (interpretar luz, movimiento, forma, figura, profundidad y color).