La Observación Consciente

 

Una herramienta extraordinaria para verificar resultados en la vida diaria.

 

«Cuando dejas de actuar en automático, te vuelves consciente... Cuando te vuelves consciente, puedes actuar sobre ti mismo... Cuando actúas sobre ti mismo, puedes cambiar TU VIDA»

Gerardo Schmedling Torres

 

Vivimos la mayor parte de nuestra vida "en automático" y así limitamos la posibilidad de actuar sobre nosotros mismos, porque los comportamientos automáticos conducen nuestra vida como si fuera un barco sin timón.

Desarrollar la habilidad de la observación consciente puede generar, por sí sola, sorprendentes cambios en nuestro comportamiento que a su vez nos genera los RESULTADOS correspondientes, por ley de causa y efecto.

 

Es normal, pero nunca natural, que actuemos de manera inconsciente o esperamos que algo o alguien nos diga qué hacer.

Cuando buscamos orientación fundamental en escuelas, maestros, profesores, libros, historias, etc., es importante recordar que la verdad no puede enseñarse y que a través de lo que encontremos, en el mejor de los casos sólo obtenemos guía y HERRAMIENTAS para el aprendizaje o para la acción. A través de ellas, sí construye cada quien la sabiduría -en su propio interior-, al deducir la verdad de su propia experiencia.

 

Necesitamos aprender a aprender y aprender a comprender, por estar habituados a recibir órdenes o instrucciones, a que algo o alguien nos diga qué debemos hacer, cómo debemos pensar y cómo actuar en cada evento puntual de nuestra existencia. Esto, aunque pocas  veces pueda resultarnos cómodo, realmente nos limita la capacidad de asumir conscientemente  nuestra propia vida.

 

De esta manera nuestras reacciones, sentimientos, pensamientos y decisiones suelen ser apenas el libreto de la cultura y nuestros comportamientos, la mera imitación de lo aprendido de otros. No corresponden ellos, pues, a lo que realmente somos, cada uno de nosotros, desde nuestro propio nivel de conciencia.

Aceptada esta realidad, las primeras preguntas que la lógica se hace son:

 

 ¿Cómo observar?   y    ¿Observar qué cosa?

 

La observación consciente se ocupa del campo de la auto-observación: nuestro mundo interno y nuestros comportamientos, pero también observa el mundo externo, en el cual empieza a descubrir, por estar en observación, la muy estrecha relación que hay entre lo que ocurre afuera (en nuestro entorno inmediato, no en el mundo de los medios de comunicación) con lo que necesitamos aprender a manejar adentro.

 

Hasta que llegamos a comprender que es el mundo interno de cada quién, lo que genera su mundo externo, y esto responde exactamente a sus necesidades de aprendizaje.

 

 

En cada uno de estos tres campos de observación, podemos encontrar cuatro manifestaciones o fenómenos:

 

1. En el mundo interno hay pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones.

 

2. En el mundo externo hay relaciones, circunstancias, dificultades y satisfacciones.

 

3. La interacción entre estos dos mundos, genera en nosotros cuatro clases de comportamiento: indecisiones, reacciones, decisiones y acciones.

 

 

 Precisiones y objetivos para que la observación consciente sirva para el cambio que genere NUEVOS RESULTADOS

 

 

 1. OBSERVANDO NUESTRO MUNDO INTERNO

 

-  PENSAMIENTOS

 

         Pensamientos automáticos y pensamiento puro.

No existe receptor más poderoso que la mente humana, una maravilla capaz de captar diversas señales de diferentes dimensiones, originadas en cualquier lugar del universo o procedentes de otras mentes, además de las señales de los propios mundo interno y cuerpo físico. Todo esto nuestra mente lo traduce en pensamientos.

 Más no obstante, la variedad de sus calidades y orígenes, los pensamientos que pasan por tu mente pueden ser sólo de dos categorías: agradables ó desagradables.

 

A los agradables, que generan PAZ INTERNA, así los reconocemos, los podemos llamar pensamientos puros.

Los desagradables, entonces son pensamientos impuros que se distinguen fácilmente porque  en vez de paz, nos generan conflicto o malestar interno.

 

¡Tú no eres tus pensamientos!

 

Sin embargo, ellos generan en ti características positivas o negativas. Observar los pensamientos SIRVE para seleccionarlos conscientemente, como quien selecciona una emisora de radio, desechando aquellos que no sean PUROS.

Cuando pensamos sin observar qué pensamos ni cómo pensamos, es decir, en automático o como autómatas, el pensamiento nos esclaviza.

 

 

- SENTIMIENTOS (naturaleza y manejo).

 

Sentir es natural,  pero tanto  los sentimientos, como los conceptos que integran el SISTEMA DE CREENCIAS, también son aprendidos.

Aprendimos que tal cosa es digna de regocijo y que tal otra cosa es triste...ej.  existen culturas humanas donde la muerte de alguien es motivo de tremenda fiesta, sin embargo,  en nuestra cultura es "lo peor que puede pasar"  y no hacer con ello el gran drama, es calificado por otros y por mí mismo de "inhumano", como si morirse no fuera lo más esperable que existe.

 

Hacer algo útil con la observación consciente de nuestros sentimientos consiste en NO CULPAR  a nadie,  ni a nada, por lo que yo siento, puesto que el sentimiento se genera dentro de mí, y yo puedo cambiarlo, si lo asumo como mío.

Mientras crea que son los eventos externos o las demás personas quienes los generan sin que yo intervenga, de poco sirve darme cuenta de lo que estoy sintiendo.

Los sentimientos también son de dos clases solamente: de bondad y cariño, o de egoísmo y odio.

 

¡Tú no eres tus sentimientos!

 

 No te identifiques, pues, con ellos. Sólo obsérvalos y selecciónalos, para actuar solamente con aquellos que mejoran tu calidad de vida.

El odio, el rencor y demás sentimientos “negativos” empiezan a desaparecer cuando dejo de culpar a lo externo, especialmente a los demás, por lo que yo siento o por lo que a mí me pasa.  Comprendiendo que el culpar (algo muchas veces inconsciente y aprendido) solo sirve para deteriorar mi calidad de vida.

 

 

- EMOCIONES,

 

que pueden ser de las agradables o meras y limitantes reacciones instintivas. Aunque originadas en la interpretación que hace la mente o personalidad de las circunstancias externas, las de polaridad negativa conectan los traumas de la infancia que son la impronta en el instinto, de aquellos eventos que superaron nuestros umbrales sensoriales del temperamento innato.

 

¡Tú no eres tus emociones!

 

Por lo tanto, no te identifiques con ellas, ni te sientas mal cuando las “negativas” se presenten. Esto es normal mientras tengas un SISTEMA DE DEFENSAS (el cual solo empieza a desarmarse una vez hayas limpiado lo suficiente tu sistema de creencias de cualquier ignorancia que justifique la reacción instintiva).

Limítate a observar tus emociones para determinar qué hacer con ellas.

 

Las emociones de ira, tristeza, angustia, miedo, etc., son destructivas y autodestructivas, por lo cual es necesario descargarlas, pero, al hacerlo, no lo hagas contra las personas, porque ellas no son culpables de tus emociones.

Las emociones positivas, como la alegría, el entusiasmo, la confianza básica, etc., sí suben tu energía interna y te apoyan para mejorar tus relaciones.

 

 

- SENSACIONES

 

Las sensaciones se originan en el cuerpo físico, en percepciones extra-sensoriales y en la intuición.

Las sensaciones del cuerpo físico pueden indicar carencias o desequilibrios físicos que el cuerpo trata de comunicamos por este medio. Obsérvalas e intenta equilibrar tu cuerpo de la manera más natural posible.

Las sensaciones de origen extra-sensorial, también llamadas “corazonadas”, son mensajes sutiles que tratan de advertimos sobre situaciones que podemos evitar o solucionar. Son también mensajes que podemos aprovechar para mejorar nuestro bienestar.

 

Es necesario observar con agudeza estos mensajes, para no confundirlos con el miedo limitante y caer en la inacción.

 

 Una vez clasificada la sensación, puedes tomar la acción más adecuada que te permitirá verificarla o desecharla (teniendo en cuenta los resultados que produce en tu vida).

 

¡Tú no eres tus sensaciones!

 

 

OBSERVANDO NUESTRO MUNDO EXTERNO

 

- RELACIONES

 

 Observar las relaciones consiste en DARNOS CUENTA de lo que las personas hacen o dicen, pero sin identificamos con las cosas negativas de sus manifestaciones.

Sólo es observar lo que la persona está haciendo o diciendo, en vez de pensar "Me está ofendiendo" o "Me está haciendo dar ira".

Nadie puede ofenderte, si decides mantener tu paz.

Si te limitas a observar serenamente, comprenderás mucho acerca de cómo funcionamos las personas.

 

 

- CIRCUNSTANCIAS

 

 Observa todo lo que sucede a tú alrededor como lo que es: una situación aislada de ti. No te involucres con lo que sucede, ni con lo que veas. Tú no eres lo que sucede afuera de ti.

Solo toma, conscientemente, las acciones que consideres convenientes.

 

 

- DIFICULTADES

 

Observar las dificultades consiste en primer lugar, no involucrarse emocionalmente con las situaciones externas, ya sean económicas, técnicas, materiales, de relaciones o de salud, y, en segundo lugar, en lograr verlas como oportunidades de aprendizaje, útiles para desarrollar la creatividad, la acción, la serenidad, la fe y la capacidad de trascender el miedo.

 

 

- SATISFACCIONES

 

Observar las satisfacciones consiste, primero, en aprender a aprovecharlas, conscientemente, para tomar de ellas sólo la energía necesaria, y, segundo, en no caer en estados de inacción o en excesos que puedan degenerar el cuerpo y la voluntad.

 

 

 

 OBSERVACIÓN DEL COMPORTAMIENTO

 

- INDECISIONES

 

 El comportamiento del indeciso, suele originarse en un conflicto interno de miedos, entre el instinto y la personalidad, el cual impide que el individuo sepa qué hacer. Observa cuidadosamente. Si la dificultad se debe al miedo, como sensación de peligro, entonces la indecisión se origina en el instinto. Y puede ser una señal de advertencia digna de atender.

Pero si se siente como miedo a perder o al qué dirán, entonces la indecisión es de la personalidad. Pero, como tú no eres ni tu instinto, ni tu personalidad, entonces déjate guiar por la sabiduría de tu conciencia, y observa lo que la vida tiene para ti, más allá de tus miedos y de tus conceptos, y ¡actúa inmediatamente!

 

 

- REACCIONES

 

 Los comportamientos reactivos se originan en el instinto, cuando nos involucramos, sentimental o emocionalmente, con situaciones que no comprendemos o no aceptamos.

Observar, conscientemente, todas nuestras reacciones animales es un ejercicio que, poco a poco, nos lleva a desarrollar la habilidad de no involucramos con lo que sucede a nuestro alrededor, y, finalmente, aprendemos el comportamiento que nos hace humanos: LA ACCIÓN CONSCIENTE.

 

 

- DECISIONES

 

Tomar decisiones es indispensable para poder eliminar el conflicto interno, acerca de las situaciones que presenta la vida pues, en algunas ocasiones, no sabemos qué hacer frente a ellas. Sin embargo, no siempre la decisión que tomamos resulta ser la más acertada.

Lo que sí es seguro es que, a través de las decisiones, desarrollamos la acción y, a través de la acción, logramos el aprendizaje y, finalmente, la comprensión que nutre la conciencia.

 

Observar las decisiones consiste en estar atento a no tomar decisiones, desde la ira, el orgullo o el resentimiento, sino desde un estado de reflexión consciente.

No obstante, sea cual fuere la decisión que tomemos, lo más importante de observar es la capacidad que tenemos, para asumir el resultado de las decisiones que tomamos, sin culpar a nadie ni a nada, por el RESULTADO obtenido, puesto que las decisiones son, única y exclusivamente, de quien las toma, y, realmente, no existe la manipulación porque nadie puede ser obligado a tomar una decisión. Que aún seamos manipulables, es otra cosa...

 

 

- ACCIONES

 

Mientras que las reacciones son automáticas, las acciones son conscientes. Por eso las acciones conducen al desarrollo de la capacidad de la atención constante, de la comunicación amorosa, del ahorro de la energía interna, y al DESPERTAR de la CONCIENCIA.

Observar las acciones consiste en estar atento para decidir conscientemente, la mejor manera de actuar frente a las situaciones del diario vivir.

 

 Desarrollar la habilidad de la OBSERVACIÓN CONSCIENTE puede generar, por sí sola, sorprendentes cambios en nuestro COMPORTAMIENTO, el cual a su vez genera los RESULTADOS correspondientes y esperables, por simple ley de causa y efecto.

Pero como lo normal es volar a buscar afuera a qué o a quién CULPAR de lo que mi inconsciencia hace solita dentro de mí... ¡Así es como generamos y perpetuamos nuestro sufrimiento!

 

Gerardo Schmedling