El Yoga y sus Beneficios

 

El Yoga puede ayudarnos a sanar los males producidos por la tensión a que sometemos al organismo, y que  abarcan a todos los niveles del ser humano:

 

1. El cuerpo

La tensión en que vivimos se suele instalar en algún órgano concreto, impidiéndole su perfecto funcionamiento. En unas personas será el estómago, en otras la cabeza, en otras la presión arterial, etc.; cada cual tiene su punto débil, de menor resistencia, que se resiente como efecto de la tensión sostenida.

Son manifestaciones nerviosas el insomnio, las neuralgias, los trastornos digestivos y las úlceras gástricas o duodenales, síntomas todos ellos reveladores, no de una enfermedad específica, sino de un mal que nos afecta a todos y es expresado a través de todo el organismo.

Con la práctica del yoga, encontraremos la forma de conseguir la tranquilización de la tensión nerviosa, y con ella la normalización de todas las funciones.

 

2. El nivel afectivo

Estos trastornos físicos provienen en su mayor parte de estados de tensión emocional, que juegan un importantísimo papel en el estado general de la persona.

La ausencia de profundización con que vivimos y el estado de tensión, nos impiden vivir manifestando en nuestra vida diaria un afecto sincero, espontáneo, profundo y auténtico.

La actitud rígida con que vivimos de cara al exterior nos obliga a reprimir nuestra afectividad, que queda inmadura e insatisfecha.

Con el Yoga tendremos  una herramienta para activarla y hacer circular la energía emocional estancada debido a las represiones.

 

3. Nuestro nivel mental

En primer lugar, está perturbado por las continuas preocupaciones que trae consigo el actual ritmo de vida. El instrumento que nos ha de servir para ver, valorar, juzgar y decidir, está siempre agitado, funcionando a gran velocidad, y vive los problemas a medias: se le escapa el paisaje y lo que está detrás del paisaje.

Además, se halla afectado más de lo que le corresponde, debido a que en él repercuten también los estados emocionales, que intenta solucionar racionalmente: las insatisfacciones, angustias, ambiciones, desilusiones, miedos, etc., toda una amplia gama afectiva empuja a la mente, creando una perspectiva parcialmente falsa de los problemas.

Este contenido emocional, que obra sobre la mente, es, irracional, y por eso, la mente, que es una máquina exacta y funciona por leyes de asociación sacando conclusiones de acuerdo con los datos, nunca llega a resolverlos, porque no cae en la cuenta de incluir entre esos datos, los estados emotivos que originan buena parte de sus problemas.

La tranquilización de la mente, vendrá tranquilizando los estados emocionales, o incluyendo los estados emotivos entre los datos, cuando se quieren resolver los problemas personales.

 

 

El Yoga, con sus técnicas de disciplina mental, meditación, concentración, relajación, y la practica de la atención total, produce la  

tranquilización del nivel mental.

 

 

 

 Los ejercicios físicos en occidente, desarrollan solamente los músculos superficiales, con ello es posible volverse un perfecto atleta, con un hermoso físico; en cambio las Asanas (posturas) del yoga, están diseñadas especialmente para desarrollar concienzudamente los órganos internos, el hígado, los intestinos, los riñones, el páncreas, los pulmones, etc, y muy especialmente, para llevar un estímulo vivificador al complejo sistema de glándulas endocrinas (timo, tiroides, paratiroides, hipófisis, pineal, suprarrenales, etc.), que juegan un importante papel en el mantenimiento de la salud, en el metabolismo, el crecimiento, y principalmente permitir la armonía y perfecta nutrición de las diferentes células que componen los tejidos de nuestro cuerpo; además de elongar, tonificar los músculos y mantener las articulaciones en buen estado, o mejorarlas en el caso de patologías.

 

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