El encuentro con otra persona (Jeff Foster)

 

Cuando nos relacionamos con alguien, ¿con quien nos relacionamos en realidad? ¿Lo hacemos únicamente con la imagen  que hemos creado de esa persona, y no con la persona que  en realidad es en el momento, aquí y ahora?.

¿Acabamos pasando por alto a quien tenemos adelante tal como es en este momento, empeñados en aferrarnos a nuestro relato acerca de el, a nuestra propia visión de quien es?

¿Vemos siempre a los demás a través del filtro de la historia y el futuro, y nos perdemos lo que está presente?

¿Quién es tu amigo, tu pareja, tu madre, tu padre, tu hermano, tu hermana cuando los ves sin el relato sobre quienes son- sin tu relato sobre lo que creen o no creen, lo que les gusta o no les gusta, lo que han hecho o no han hecho, lo que han dicho o no han dicho, como te hicieron daño, te elogiaron o te ignoraron- en el relato que te cuentas de tu vida?

 

¿Que ocurriría si os encontrarais, aquí y ahora, mas allá de todos los datos del pasado?

¿Que ocurriría si os encontrarais aquí, por primera vez, sin expectativas, sin decepción, sin esperanza si quiera?

¿Que ocurriría si te encontraras con la persona que esta de verdad aquí, y no  con la que te imaginas que está aquí?

¿Que significaría que os encontrarais de verdad sin historias, sin proyecciones, sin imágenes…?

 

No se trata de que nos olvidemos del pasado, que nos deshagamos de los relatos que tenemos los unos de los otros, de los detalles que conservamos en la memoria los unos, de los otros, ni que nos olvidemos de nuestros nombres, del papel que desempeñamos los unos para los otros, etc.

 

Lo que estoy sugiriendo es que cuando vivimos únicamente en nuestros relatos recíprocos, acabamos por no percibir lo que hay realmente aquí, ahora mismo.

 

Al aferrarme firmemente a mi relato sobre ti, al aferrarme firmemente a los recuerdos, a los prejuicios, a mis ideas condicionadas sobre quien eres; al verte como personaje separado que se mueve a través del tiempo, no te veo como eres ahora, en este momento.

 

No veo a la persona que tengo realmente delante de mi. Estoy tan encerrado en una imagen de ti hecha de pasado -en mis ideas de quien eres , en las expectativas que tengo de ti, en los desengaños que he tenido contigo, en los miedos que me provocas- que no te veo en realidad como eres, no oigo en realidad lo que me estás diciendo ahora mismo.

Valoro el pasado por encima de tu percepción y experiencia del mundo en el momento presente. Es como si ya supiera quien eres, lo que vas a decir, lo que estás pensando, lo que vas a hacer, lo que crees, lo que quieres, incluso antes de que abras la boca. Todos los prejuicios comienzan aquí.

 

Más alla del relato, solo hay intimidad con la persona que está delante de ti..

 

 

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