Abrirse a la vida

A medida que nos abrimos a la vida, al amor y a los demás; a medida que despertamos de nuestro sueño de separación, encontramos no sólo el gozo de la existencia, sino también su dolor, no sólo el éxtasis de la vida, sino también su agonía. El sanar no siempre se siente bien, o cómodo o incluso 'espiritual', porque nos vemos inevitablemente obligados a confrontar nuestras sombras, miedos y anhelos más profundos - esas partes secretas en nosotros que habíamos negado, reprimido o considerado como 'negativas' o indignas de nuestro amor. ¿Cómo podríamos encontrar la calma en medio de la tormenta? ¿Cómo podríamos descansar, incluso cuando el suelo se abre bajo nuestros pies? 

¿La respuesta? Enamórate del sitio en donde te encuentras. Ponle atención - es un momento sagrado, irrepetible. Confía en el flujo y en el reflujo de todas las cosas. Dile sí a la incertidumbre y a todo lo que en tu vida aún no parezca resuelto. Sal de las historias y de los sueños de segunda mano y recuerda el espacio en donde surge la respiración. Aquí. Ahora. 

Jeff Foster



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Comentarios: 1
  • #1

    Patricia rico (lunes, 10 abril 2017 11:38)

    Me interesa el tema