La palabra Estrés viene del latín, durante el siglo XVll significaba “adversidad” o “aflicción”, pero su significado etimológico cambió al final de siglo XVlll por el de
“presión “ o “fuerza”.
El estrés está relacionado al esfuerzo y a la tensión psicofísica del ser humano, es una acumulación excesiva de energía que se concentra en tu cuerpo a través de la tensión y rigidez corporal.
Hay un tipo de estrés que es positivo, llamado eutress, y que nos anima a actuar, a tomar decisiones, pero cuando se sostiene en el tiempo, o cuando no se actúa después de movilizar la energía, se lo considera negativo y se lo llama distress.
Ambos producen unas reacciones fisiológicas similares: hay sudor en manos y pies, se acelera el ritmo cardíaco, sube la presión arterial, aumenta la tensión muscular (el cuerpo se prepara para “luchar o huir”), es un mecanismo primario que en principio está para protegernos ante una situación de peligro.
En el plano emocional, el eutress ayuda y es un motivo de lucha contra una situación adversa, mientras que en el distress, la persona se agobia e intenta huir de la situación
adversa, incluso puede llegar a padecer una crisis de pánico.
Frente a una situación de estrés, nuestro organismo envía muchas señales, como el tener la sensación interna de estar en el límite y que la situación nos supera, el no dormir
bien, no poder relajarnos, ansiedad, angustia, depresión, falta de ánimo, pánico, y constantemente querer huir, escapar de la situación.
El Yoga nos enseña en una situación de estrés, que el cambio debe ser interno, es necesario aprender a relajar el cuerpo y aquietar la mente, ansiedad y la tensión.
Para ello nos valemos de:
- Técnicas de respiración, es importante cambiar el ritmo respiratorio para cambiar a su vez el ritmo cardíaco, utilizando la respiración completa, pausada y lenta que nos lleve a la
relajación, mayor oxigenación del organismo y una tranquilización del sistema nervioso.
Es importante recordar que el aire o prana nos conecta con la vida, de manera consciente, con nosotros mismos y con nuestra realidad presente.
- Las posturas (asanas) de Yoga, que nos permiten liberar la energía estancada, elongando la musculatura, reduciendo el nivel de tensión y las contracturas musculares.
- Técnicas de relajación guiada o inducida, y Meditación, para bajar la frecuencia cerebral.
El yoga nos enseña a vivir en el aquí y ahora, estando presentes, integrando cuerpo y mente. Nos ayuda a cambiar nuestra actitud interna, abandonando las prisas, y aprendiendo a tomarnos espacio y tiempo para nosotros mismos. Y al estar mejor con nosotros mismos, daremos lo mejor a las demás personas.
En yoga aprendemos que el estrés es una energía motivadora del ser humano, y que el verdadero problema es cuando somos controlados por esa energía.
El Yoga nos proporciona técnicas sencillas y que todos podemos practicar, nos ofrece una puerta de entrada hacia la relajación, la tranquilidad y la paz interior.
Juani
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