El Cuerpo como un Río
Chopra basa su sistema de curación en la medicina Ayurvédica. El Ayurveda, que se originó en la India hace más de 4 mil años, significa en sánscrito "la ciencia de la vida". Esta medicina hace referencia a una visión integral del ser humano, donde el cuerpo y la mente están estrechamente relacionados y se influencian mutuamente. Se afirma, también, que el cuerpo se crea a partir de la conciencia y que ésta tiene un potencial enorme -e insospechado- para producir cambios en el organismo, como curar enfermedades y retardar el envejecimiento.
Es aquí donde tradición y modernidad se unen en la teoría de Chopra, ya que sus descubrimientos fueron concebidos de la mano de las más avanzadas teorías de la física cuántica, según la cual el átomo, unidad básica de la materia, no es un cuerpo sólido. Entonces, la materia prima del mundo es inmaterial y la energía es la sustancia esencial del universo. Todo lo que existe -hombres, animales, plantas y objetos- está formado por partículas subatómicas que son fluctuaciones de energía en un inmenso universo de energía e información.
¿Qué es el mundo real? "Una sopa cuántica ambigua", dice Chopra. Sin embargo, nuestro sistema actual de vida está regido por la gran superstición de la materia: creemos que ésta es lo único que existe y que la conciencia es un subproducto de ella. Pero esa concepción está basada en una interpretación sensorial, y está claro que nuestros sentidos físicos no nos permiten percibir la verdadera naturaleza de la realidad. Pensamos que es sólida y estática, cuando en verdad está en permanente cambio. Hace miles de años, el filósofo Heráclito afirmó que "no es posible bañarse dos veces en el mismo río", ya que siempre están llegando nuevas aguas. Esto también es válido para el cuerpo humano, que experimenta un cambio permanente.
En menos de un año, se reemplaza el 98% de los átomos del cuerpo, la piel se renueva cada cinco meses, el esqueleto cambia cada tres meses e incluso el ADN, que es donde se inserta nuestro código genético, se reemplaza cada seis semanas:
"Uno parece ser el mismo por fuera; sin embargo, es como si se cambiaran continuamente los ladrillos del edificio".
Lo curioso es que, a pesar del cambio, la piel guarda la memoria del placer y del dolor, del frío y del calor; a su vez, las células del estómago, que cambian cada cinco días, recuerdan cómo crear ácido.
Pero no debemos confundir el instrumento con el usuario del instrumento. El cuerpo cambia y se renueva, no es el mismo y, sin embargo, mantiene su identidad, ya que la base de su existencia está más allá de la materia y pertenece al dominio cuántico, donde no hay materia, sino sólo inteligencia que organiza la información y es capaz de identificarse y comunicarse con el resto del Universo.
La mente, que es el movimiento de la conciencia -o alma-, utiliza energía electromagnética para crear el cuerpo. Pero el alma no está contenida dentro del cuerpo y, por eso, el alma no muere.
Ella es lo único permanente, todo lo demás es como una ola que sube y baja, como el movimiento de los océanos. Incluso, la muerte es un acto creativo del alma, que utiliza este medio para poder renovarse y expresarse nuevamente en la vida física.
Hasta 15 años más joven
Estos fenómenos hacen que la vida física sea proyectada desde la conciencia, que exista un enorme potencial creativo en el dominio cuántico y que el cuerpo tenga una inmensa capacidad de transformación, lo que permite revertir el envejecimiento humano, dice Chopra.
Para sustentar su teoría, él recuerda que en el Imperio Romano la edad promedio de vida eran 18 años; en Estados Unidos, en 1901, 41 años; y en la próxima década será posible vivir hasta los 120 años con buena salud. -No podemos asegurar hasta qué punto va a llegar la vida humana- señala.
En sociedades muy longevas, como en Georgia, Rusia, la vejez es concebida a partir de personas que van haciéndose más sabias y más responsables. Allí, la conciencia colectiva tiene una noción distinta de envejecimiento, lo que es muy importante, ya que para quebrar la prisión del envejecimiento, es necesario abandonar la visión social que concibe el avance de la edad básicamente como un paulatino deterioro físico y psicológico.
Ciertamente, no es posible retroceder la edad cronológica, pero sí es posible revertir el proceso de envejecimiento. Esto significa actuar sobre la edad psicológica (cómo nos sentimos y cómo ejercemos la edad cronológica) y sobre los 15 marcadores biológicos de ésta: presión sanguínea, tasa metabólica, densidad ósea, regulación de la temperatura, contenido de grasa, capacidad aeróbica, nivel de colesterol, masa muscular, fuerza muscular, niveles de hormonas sexuales, tolerancia al azúcar, sistema auditivo, visión, inmunidad y estado de la piel.
Investigaciones científicas que se han venido realizando desde hace ya más de 30 años, a partir de la década del 70, han descubierto que cada uno de esos marcadores puede revertirse hasta 15 años. Al igual que en el universo, todo es reciclable en el ser humano: las moléculas y células del cuerpo, las emociones y los pensamientos.
Chopra explica que existen diversas técnicas para modificar los marcadores biológicos. Para esto, hay que actuar a nivel del cuerpo físico (energía o materia, o prana o ki en otras tradiciones); del cuerpo sutil (mente, intelecto, ego, ideas, emociones, conceptos, personalidad, autoimagen, etc.) y del cuerpo causal (genera causas y hace que se creen los otros cuerpos, aquí se ubican el alma y el espíritu).
Según Chopra, uno de los mejores métodos para conservarse joven y vital es la práctica regular de la meditación, que permite que los niveles hormonales se mantengan altos y no decaigan. La meditación permite conectarse con la fuente primordial de energía del universo -Dios- y realizar algo tan importante como retornar a la memoria del Amor, que es propia del ser humano.
Chopra señala que todas las enfermedades están relacionadas con comportamientos adictivos, que no son sólo el consumo de drogas y de alcohol, sino también la adicción a actitudes como necesidad de control, búsqueda de resultados, éxito, autoimposición y manipulación. Estas son las fuentes de todos nuestros problemas. Y la raíz de la adicción está en la búsqueda equivocada del éxtasis.
Por lo tanto, la única cura para estos males es la espiritualidad, donde la persona realmente encuentra con responsabilidad la experiencia del éxtasis. El contacto directo con lo sagrado -por ejemplo, a través de la meditación o la comunión con la naturaleza- proporciona la "intoxicación" máxima de Amor. Se irradia como luz y plenitud, que transforman el cuerpo, la psiquis y las emociones y, por ende, el mundo que nos rodea.
Chopra aconseja: Simplemente intoxíquense de amor…¡y todo lo demás se solucionará solo!
DIEZ ASPECTOS PARA SER MÁS JOVEN
1. Cambio de la percepción: Nuestra percepción -algo que se aprende- se basa en una interpretación material del universo. Ciertas tecnologías, como la telefonía celular, el Internet, la radio y la televisión, se fundamentan en el hecho de que la naturaleza esencial del mundo es inmaterial. Para cambiar nuestra percepción, podemos utilizar la enorme capacidad de transformación de nuestra inteligencia, que opera a través de la intención. Un buen ejercicio es cambiar la noción sólida que tenemos del cuerpo físico, experimentándolo cada vez más como energía y transformación.
2. Tiempo: En el cuerpo causal y en el plano del alma, no existe el tiempo. Con la meditación, podemos ir hacia ese lugar sin tiempo, con la actitud del observador que se sitúa "dentro", en el interior de sí mismo, y desde allí observa el fluir de la realidad.
3. Envejecimiento: Nuestra edad psicológica influencia nuestros marcadores físicos y biológicos. Para sentirse más joven, además del cambio de percepción, es vital el descanso profundo: dormir en forma adecuada y realmente descansar cuando se duerme. La mala calidad de sueño acelera el envejecimiento. Lo que importa no es la cantidad, sino la calidad del sueño, que se evalúa testeando cuán energético y rejuvenecido se siente uno al despertar. La calidad del sueño también mejora con la meditación matinal.
4. Nutrición: De acuerdo con el Ayurveda, el cuerpo se siente satisfecho y en equilibrio cuando tiene acceso a los seis sabores básicos (astringente, dulce, amargo, salado, agrio y picante). Los alimentos deben ser lo más frescos y naturales posibles, porque así aportan mayor cantidad de prana o energía. Además, se deben tomar suplementos nutricionales (multivitamínicos con minerales), ya que aunque tengamos una buena dieta, los necesitamos debido a la gran cantidad de toxinas y de tensiones a las que estamos expuestos diariamente.
5. Coordinación cuerpo-mente: Nuestros hábitos nos han llevado a disociar este vínculo. Hemos dejado de escuchar a nuestro cuerpo, que es el mejor computador del mundo. Sistemas de ejercicios como yoga y tai-chi son buenos para recuperar la relación mente-cuerpo. La mejor forma de integración de ambos es a través de la respiración consciente, que produce un movimiento de la energía desde lo físico a lo mental.
6. Ejercicio: Es vital y tiene capacidad para revertir simultáneamente los 15 marcadores biológicos de la edad. Un ejercicio muy efectivo son 10 minutos de caminata energética, 3 veces al día.
7. Eliminar las toxinas: Se deben eliminar las drogas, el alcohol y el humo del cigarrillo, pero también las toxinas emocionales, como miedo, depresión, culpa, enojo e ira, que actúan al nivel del cuerpo sutil. También crean toxicidad física las relaciones humanas tóxicas y el bloqueo del dolor emocional, sin experimentarlo cuando ocurre. Llevar un diario de vida es una buena manera de estar consciente de las emociones que estamos experimentando.
8. Amor: Dar y recibir amor estimula el sistema inmunológico. Los tres niveles en que se expresa el amor son verbal ("te quiero"), atencional (escuchar al otro ininterrumpidamente) y afectivo (tocar, acariciar).
9. Flexibilidad y creatividad: Una biología joven es flexible en la conciencia y creativa para resolver los problemas. Antes de entrar en conflicto, ésta piensa cómo transformar la situación; no es reactiva ni se hace la víctima.
10. Mente juvenil: Está llena de admiración y de capacidad de asombro, sabe cómo reír y cómo jugar, mantiene la inocencia. Distintos estudios han comprobado que las personas de edad que conviven con niños, revierten sus marcadores biológicos.
Escribir comentario