La Terapia Reflexológica


La Reflexología es una terapia natural que estimula al organismo para que éste realice su propio proceso de curación. Lo hace a través de la estimulación manual de zonas reflejas en los pies y de las manos que representan al cuerpo y a la persona en su totalidad

  Puede aplicarse como complemento de cualquier otra terapéutica que el paciente esté recibiendo por lo que no reemplaza al cuidado médico o psicológico. Por otra parte, no es necesario estar enfermo para beneficiarse con un tratamiento reflexológico, puede recurrirse a ella como un modo de prevención en salud.

 

Los dos pies conforman una unidad y juntos reflejan a la persona entera. Cada órgano tiene su correspondiente zona refleja. Estas se superponen de la misma manera que lo hacen los órganos en el cuerpo. Los que se alojan en la mitad derecha del mismo se reflejan en el pie derecho y los de la mitad izquierda, en el izquierdo. Los que existen por pares, se encuentran en los dos. Del mismo modo que hay variaciones mínimas en la ubicación de los órganos en una persona, también las hay en la ubicación de las áreas reflejas de los pies.

 

Esta Terapia es efectiva en:

  • Tensiones musculares generales y localizadas.
  • Desequilibrios funcionales en el sistema nervioso, circulatorio,                          digestivo.
  •  Desequilibrios emocionales y en el estado de ánimo.
  • Problemas en huesos y articulaciones.
  • Dolor generalizado o focalizado.
  • Promoción de cambios profundos a todo nivel en la persona:                            conductas en general,  sentimientos, pensamientos, actitudes.

 Entre muchos otros beneficios..

 

 

El tratamiento del dolor

 

   A la hora de combatir el dolor la Reflexología ofrece un remedio eficaz, que, a diferencia de terapéuticas más agresivas, no produce adicción ni efectos secundarios.

  Durante el proceso terapéutico, se realizan en el organismo múltiples cambios químicos. Uno de ellos esta íntimamente ligado a la sedación del dolor: la reflexología estimula al cerebro para que este produzca su propio analgésico. El hipotálamo a través de sus mensajeros químicos estimula a la glándula pituitaria para que segregue endorfinas, las cuales son cinco o diez veces más poderosas que la morfina. Las endorfinas pueden inhibir la transmisión de las señales dolorosas a través de la médula espinal.

  En casos de enfermedades terminales la Reflexología puede hacer un aporte para una mejor calidad de vida del paciente favoreciendo su estado general y aliviando el dolor.

   

                   

                  ¿Cómo funciona la Reflexología?

 

  Los reflexólogos utilizan una serie de técnicas de presión para estimular zonas reflejas específicas en los pies y manos para provocar una respuesta que beneficie a otras partes del cuerpo.

  Se ayudan de mapas reflexológicos donde constan distintas zonas de proyección con las partes del cuerpo correspondientes. Esta imagen del cuerpo en los pies y manos, ayuda, a los terapeutas a localizar la parte que desean manipular.

 

  Los sensores de presión en los pies, se comunican en forma instantánea con el cerebro, los órganos internos y otras partes del cuerpo. Los pies actúan como sintonizadores para el resto del cuerpo. Para comprender cómo funcionan los reflejos, imagine que pisa un clavo. Como respuesta, se produce una acción refleja en todo el cuerpo: una acción muscular retira el pie, y el cuerpo experimenta una inyección de adrenalina, así como cambios en el equilibrio y en la función de los órganos internos. La reflexología, trabaja sobre el mismo principio: en el sistema nervioso, todo ocurre de manera refleja.

 

  Aplicar presión en las manos y pies, produce una relajación general, mientras se trata una zona en concreto.

  El investigador del estrés, Hans Seyle (1907-1982) apuntó en 1956, que lo que causaba el desgaste del cuerpo, no sólo es el estrés, sino una exposición prolongada a la tensión. Los masajes rompen los patrones del estrés, llevando al cuerpo a una experiencia fuera de la rutina y lo mundano.

 

  Una sesión interrumpe el estrés, más sesiones provocan un cambio; un tratamiento prolongado enseña al cuerpo a operar de forma más efectiva.

  La reflexología ofrece la oportunidad para descansar de la tensión diaria. El solo hecho de poner los pies en alto y desconectar durante algunos minutos, resulta efectivo por sí mismo, pero las técnicas reflexológicas amplifican estos resultados.

 

  Una lesión en cualquier parte del cuerpo, tensa todo el sistema. El dolor es estresante; sin embargo, la reflexología libera endorfinas, unas sustancias químicas del cuerpo que alivian el malestar en forma natural. También ayudan al cuerpo a adaptarse a una lesión. Por ejemplo, un hombro lesionado hace que el cuerpo responda de manera diferente. La reflexología, en las lesiones, mejora la flexibilidad y la movilidad, ejercita la destreza. Todo ello, contribuye a que los músculos, tendones y articulaciones, utilicen toda su amplitud de movimiento, con lo que se asegura la máxima movilidad en las personas mayores.

 

  La reflexología está muy valorada como medio de fomentar en el cuerpo una respuesta a ciertas dolencias y, al equilibrar el cuerpo, la mente y las emociones, mantener la salud, previniendo la aparición de problemas médicos o su empeoramiento.

 

  Existe evidencia de que algunas técnicas reflexológicas, pueden incluso reducir la necesidad de fármacos, o aumentar la efectividad de las medicinas.   Por lo tanto, la reflexología ofrece un medio de interactuar con el cuerpo y controlarlo.

  Al aliviar los pies y las manos sobrecargados, se cree que la reflexología también previene las lesiones y ayuda a mantener la destreza manual y la movilidad.

 

Consulta/cita previa al telf.    653-936-074 

 

 

 

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