AMAR LO QUE ES - THE WORK

Byron Katie

 

El sufrimiento surge al creer un pensamiento que está en desacuerdo con lo que es.

Cuando nuestra mente esta clara, entonces lo que es, es lo que queremos. El querer que la realidad sea diferente de lo que es, es como pretender enseñarle a ladrar a un gato. Pretender que la realidad sea diferente  a lo que es, es un deseo imposible de satisfacer. Si observamos nuestra mente, durante el dia solemos  tener muchos pensamientos del tipo “tal persona debería ser de tal manera”, “mi pareja debería estar de acuerdo conmigo”, “debería estar mas delgada”, “debería haber menos cola en el supermercado”, etc. asi, con estos pensamientos deseamos que las cosas sean diferentes a lo que realmente son.

 

Todas las tensiones que sufrimos, tienen que ver con la discusión con lo que es. The Work revela que lo que piensas que no debería haber sucedido, si debería haber sucedido, sencillamente porque asi fue, y ningún pensamiento puede cambiarlo. Ahora esto no quiere decir que deba tolerarlo, ni aprobarlo, solo significa que puedes ver las cosas sin resistirte y sin luchar interiormente, lo cual genera confusión.

 

Nadie quiere enfermarse o tener un accidente, pero si ya ocurrió, ¿porque discutir mentalmente con lo que sucedió? Y sabemos que esto no tiene sentido, sin embargo, lo seguimos haciendo por no saber como dejar de hacerlo.

 

Cuando discutimos con la realidad, sufrimos, sentimos tensión y frustración, no nos sentimos normales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro.

 

En el Universo, podemos encontrar tres tipos de asuntos: los míos, los tuyos y los de Dios (Realidad, o como le queramos llamar, lo que escapa a mi control o el tuyo…)

Gran parte de las tensiones que vivimos, vienen de vivir mentalmente fuera de nuestros asuntos, ej. cuando pienso: “deberías encontrar un trabajo”, “quiero que seas felíz”, “deberías se puntual”…, en estos casos, me estoy metiendo en tus asuntos., cuando me preocupo por las inundaciones, la guerra, etc., me estoy metiendo en los asuntos de Dios.

Si tu estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, entonces ¿quién está aquí viviendo la mía?, ocuparme mentalmente de tus asuntos, me impide estar presente en los míos, me separo de mi misma y luego me pregunto porque no funciona mi vida. El pensar que sé que es lo mejor para los demás, aunque sea en nombre del amor, es estar fuera de mis asuntos, genera tensión, ansiedad y miedo, y en realidad ¿acaso sé lo que es adecuado para mi?

 

Katy propone, cuando te sientas tenso o incómodo, pregúntate de quien son los asuntos en lo que estas ocupándote mentalmente, esta pregunta puede volverte a ti mismo, e invitarte a estar presente, el practicar esto durante un tiempo, quizá te haga descubrir que en realidad no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente por si misma.  

 

Un pensamiento resulta inofensivo a menos que nos lo creamos, o sea que no son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos lo que origina nuestro sufrimiento, al apegarnos creemos que es verdad sin indagar si en realidad lo es. Así una creencia es un pensamiento al que hemos estado apegados, a menudo, durante años. La mayoría de las personas creen que son lo que sus pensamientos dicen que son.

 

Katy dice que en realidad somos pensados, que los pensamientos provienen de la nada y vuelven a la nada, que están de paso, que no son perjudiciales hasta  que nos apegamos a ellos como si fueran verdad, puedo enfrentarme a ellos con comprensión, los pensamientos son como la brisa o como las gotas de lluvia que caen…aparecen y puedo a través de la indagación, entablar amistad con ellos. Cuando te enfrentas a un concepto doloroso con comprensión, la próxima vez quizá te resulte interesante, la siguiente tal vez te resulte divertido y la próxima a lo mejor ni lo adviertas, este es el poder de amar lo que es.

 

The Work:

El primer paso consiste en  escribir tus juicios  sobre   cualquier situación estresante de tu vida pasada, presente o futura, puede ser una persona que no te agrada, que te preocupa, algo que te enfada o te da miedo, o tristeza, alguien ante quien sientas ambivalencia o confusión.

 

Escribe tus juicios tal como los piensas, aunque nos han enseñado a no juzgar, lo hacemos constantemente…tenemos juicios en la cabeza. Aquí se trata de ponerlos en el papel, se puede comenzar con alguien a quien uno sienta que no ha perdonado al cien por cien.

 

 El trabajo se trata de ver que lo que está afuera es un reflejo de tu propio pensamiento. Eres el narrador, el proyector de todas las historias y el mundo es la imagen proyectada de tus pensamientos.

Generalmente la gente quiere cambiar el mundo para ser feliz, y  es al revés, se trata de cambiar la mente, el proyector, en lugar de lo proyectado, esto es el fin del sufrimiento y encontrar la dicha.

 

  Entonces se trata de escribir el juicio contra la otra persona con la espontaneidad de un niño que está triste, enfadado, confundido, asustado, sin intentar ser sensato, espiritual o amable; mas bien siendo muy sincero y sin censurar tus sentimientos, sin temor a las consecuencias o amenazas de castigo...

 

1.¿Quién provoca tu enfado o tu tristeza o te decepciona? ¿Qué es lo que no te gustaba o todavía no te gusta de esta persona?

 2. ¿Cómo quieres que cambie? ¿Qué quieres que haga?

3.¿Qué es lo que debería o no debería hacer, ser, pensar o sentir?

4.¿Necesitas algo de esa persona? ¿Qué tiene que darte o hacer para que seas feliz?

5.¿Qué piensas de esa persona? Haz una lista.

6.¿Qué es lo que no quieres experimentar nunca más con esa persona, cosa o situación?

Este proceso, ayuda a explorar la apertura a otras posibilidades que están mas allá de lo que creemos saber. Descubrir la mente desconocida.

 

Katy lo llama “el corazón que recibe  la mente”: la polaridad más benévola de la mente (el corazón) recibiendo a la polaridad que está confundida porque no ha sido investigada. Cuando la mente pregunta sinceramente, el corazón responde, y es posible que comiences a recibir revelaciones sobre ti, y tu  mundo,  capaces de transformar tu vida entera. 

 


 

Indagación: Las cuatro preguntas y la inversión

Ahora observa la primera afirmación que has escrito en la pregunta 1 y hazte las sig. preguntas:

 

1.   ¿Es eso verdad?

Verdad es cualquier cosa que este sucediendo nos guste o no, los debería o no deberías, no existen, son solo pensamientos que se interponen a la realidad. Tomate tiempo y escucha tus propias respuestas. Se amable con la indagación.


2.   ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?

A veces, la afirmación parece ser verdad ya que los conceptos se basan en toda una vida de creencias que no han sido investigadas, por lo tanto nos parecen muy reales. Se trata de indagar si realmente es cierto esa creencia, por uno mismo, aun cuando todo el mundo diga que si lo es. Si realmente tengo la certeza de que es verdad, entonces paso a la tercera pregunta.


3.   ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

Con esta pregunta empezamos a advertir  la causa y efecto interiores. Ves que cuando crees en el pensamiento, experimentas una sensación incómoda, una perturbación que puede ser desde tenue, hasta un miedo o pánico. Comprendes que sin la historia tienes paz, y puedes observar los sentimientos que provienen del apego al pensamiento, que producen incomodidad y además reaccionas elaborando imágenes mentales. Una vez respondes por ti mismo esta pregunta, comprendes causa y efecto de un pensamiento y todo el sufrimiento comienza a desenmarañarse.


4.   ¿Quién serías sin ese pensamiento?

Esta pregunta es muy poderosa, si tu cierras los ojos, respiras profundo y te preguntas quien serias sin ese pensamiento doloroso, como seria tu vida en esa situación pero sin ese pensamiento, observar a la otra persona sin tu historia, ¿que resulta mas amable, con o sin tu historia?. Muchos no conciben sus vidas sin sus historias porque no tienen ninguna referencia, de manera que es común responder a esta pregunta con un “no se”, otras responden, seria libre, tendría paz, estaría lúcido para comprender la situación.

Sin nuestras historias podemos actuar con eficacia, sin miedos y nos convertimos en un amigo que sabe escuchar, apreciar la vida y ser agradecidos.

La felicidad es el estado natural de alguien que sabe que no hay nada que saber y que ya tiene todo lo que necesita aquí y ahora.

 

Haz la inversión de tus respuestas, con este propósito, escribe de nuevo tu afirmación. En primer lugar, escríbela como si la hubieses escrito sobre ti. Donde has puesto el nombre de la persona sobre la que estás hablando, pon el tuyo. En lugar de «él» o «ella», escribe «yo».

Ej. “Lucia debería ser amable conmigo”


Inversión: “yo debería ser amable conmigo”, o “yo debería ser amable con Lucía”, o una inversión de 180º: “Lucía no debería ser amable conmigo” (y no debería, pues sencillamente no lo es…, no es cuestión de moralidad, sino que es la verdad.)

Considera si la afirmación invertida es tan verdadera como la original, pues cuando pienso que Lucia debería ser amable conmigo, me enojo y me lleno de resentimiento, sintiéndome tensa…si fuera amable conmigo misma, no tendría que esperar la amabilidad de los demás..

Yo debería ser amable con Lucía, es mejor empezar por mi misma y actuar como me gustaría que ella actuara conmigo.

La más real de las afirmaciones es que Lucía no debería ser amable conmigo, porque simplemente no lo es.

 

En el punto 6, la inversión es un poco diferente, sustituir “no quiero…” “nunca mas…” por “estoy dispuesto a…” “estoy deseosa a…”

El objetivo de esta inversión es aceptar toda la vida, da lugar a la apertura, la creatividad y la flexibilidad. Se suavizan las resistencias y te arroja luz en lugar de seguir forzando la situación para erradicarla de tu vida. Es bueno reconocer que los mismos sentimientos  o la misma situación, pueden aparecer de nuevo, aunque solo sea en tus pensamientos.


 Cuando comprendemos que el sufrimiento y el malestar son la llamada para iniciar la indagación, probablemente podemos empezar a esperar con ilusión estos sentimientos molestos, y te das cuenta que no tienes que esperar a  que la gente o las situaciones cambien para que puedas sentirte en paz y armonía.


 















Sobre el Trabajo:

  • Juzgar a otra persona, hacer las preguntas, e invertir la aseveración es el camino más corto a la comprensión y la autorrealización.
  • Si creo que algo no debería existir, o suceder, sufro. Solo puedo poner fin a mi propio sufrimiento, no al del mundo..
  • The Work no determina lo que alguien debe o no debe hacer. Sencillamente preguntamos: ¿Cómo afecta tu vida luchar contra la realidad? ¿Cómo se siente? Este Trabajo explora la causa y el efecto del apego a pensamientos dolorosos, y mediante esa investigación encontramos nuestra libertad.
  • Sencillamente dictaminar que no debemos luchar contra la realidad. Agregar otra “historia”, otra filosofía o religión a la realidad, nunca ha funcionado…
  • Cuando quiero lo que tengo, no hay separación entre el pensamiento y la acción; se mueven juntos sin conflictos. Siempre que experimentes alguna carencia, escribe tu pensamiento e indaga. En mi opinión, la vida nunca se queda corta y no requiere un futuro. Todo lo que necesito se me proporciona siempre y no tengo que hacer nada para conseguirlo. No hay nada más estimulante que amar lo que es.
  • Juzga a tu enemigo, escribe tus afirmaciones, hazte las cuatro preguntas e invierte las afirmaciones. Comprueba por ti mismo que el perdón significa descubrir que lo que creíste que había sucedido no sucedió. Si no ves que no hay nada que perdonar, es que realmente no has perdonado. Nadie ha herido nunca a nadie. Nadie ha hecho nunca nada terrible. No hay nada terrible salvo tus pensamientos no investigados sobre lo que ocurrió. De modo que, siempre que sufras, indaga, examina los pensamientos que estás teniendo y libérate. Sé un niño. Empieza por la mente que todo lo desconoce. Lleva esa ignorancia hasta la libertad.
  • La indagación parece ser un proceso de pensamiento, pero, en realidad, es un medio para deshacer pensamientos. Cuando comprendemos que, de todos modos, no somos nosotros quienes los pensamos, los pensamientos pierden su poder sobre nosotros. Los pensamientos sencillamente aparecen en nuestra mente. No son personales. A través de The Work, en vez de evadir o reprimir los pensamientos, aprendemos a recibirlos con los brazos abiertos.

                                                                                Libro: “Amar lo que es”

                                                                                           Byron Katie